¿Aprender a respirar? Sí, has leído bien. Y es qué respirar podemos todos, eso está claro, pero respirar bien ya es otro asunto. Muchas veces el respirar bien o no va a marcar la diferencia entre sentirme mejor o peor, estar más cansado o menos cansado. Respirar bien por tanto es clave. Se podría decir que hay tres tipos de respiración:
- Respiración clavicular: Se trata del tipo de respiración en la que «movemos» los hombros, es la que solemos tener cuando estamos agitados, corremos (y no sabemos respirar bien), tenemos ataques de ansiedad, estamos nerviosos, etc. No es nada efectiva ya que tomamos poco ahora cada poco tiempo y nos hace hiperventilar.
- Respiración costal: Es la respiración que normalmente hacemos, sobretodo si no hemos trabajado la respiración abdominal. Es más efectiva que la respiración clavicular, pero menos que la abdominal.
- Respiración abdominal o diafragmática: Es la más efectiva ya que es con la que se toma más aire y se trabaja con el abdomen de ahí su nombre. Nos centraremos en este tipo de respiración.
Comenzamos con la primera parte de la respiración abdominal en este post, en un futuro post continuaré hablando sobre cómo hacer efectiva la misma. Esta respiración es la que te va ayudar especialmente cuando estés «nervioso», con ansiedad, ira, estresado, etc. Aunque la puedes utilizar en cualquier momento y es la más recomendable. Cuando estamos tensos o agitados por una situación, persona, cosa o problemas es normal respirar más rápido al aparecer emociones que nos activan como puede ser la ansiedad o la ira. Sin embargo hay que saber llegar de nuevo a una respiración más pausada y tranquila para finalizar con la respiración abdominal. La respiración, al igual que otras técnicas que ya veremos, es una respuesta incompatible con la respiración agitada, el estrés o la ansiedad. Por tanto es la mejor forma para combatir esos problemas. Las personas que suelen tener mucha activación, es decir mucho estrés, mucha ansiedad, suelen estar nerviosos a menudo, etc… les cuesta algo más realizar una buena respiración. Por eso hay que practicar y seguir practicando.
Primero repasamos dos conceptos básicos en la respiración: Inspiración (tomamos aire y el volumen del abdomen aumenta) e Espiración (cuando soltamos el aire). Y cómo debemos estar al realizar este tipo de respiración: primero para practicar lo mejor es buscar un lugar tranquilo, como nuestra habitación o el salón si no hay mucho ruido. Ya que sí estamos en un ambiente muy ruidoso, al principio cuando estamos empezando a practicar nos va a costar mucho más. Sí es posible nos tumbamos en la cama o el sofá para estar más cómodos. Sí no es posible eso, sentados, piernas no cruzadas, en mala postura que estemos incómodos, o que no vayamos a aguantar ni un momento sentados. También es importante la ropa que llevamos, si llevamos ropas muy ajustadas nos va a resultar más difícil respirar bien, porque vamos a estar incómodos. Por eso trata de tener ropa cómoda.
Practicaremos la respiración tres veces al día al menos, durante unos cinco minutos. Recuerda no tienes que forzar nada. Ambiente, ropa y postura adecuadas e inspirar y espirar. Sí, en el momento de empezar a practicar la relajación…dices pero ¡¡¡si ya estoy estresadísimoooo!!, pues todos los días lo intentas, te obligas. Tomas aire despacio, y lo sueltas despacio. Al principio te va a costar bastante es normal, pero respira ¡qué a veces se nos olvida!
16/03/16 at 09:02
[…] Respiración abdominal: Conocemos la respiración abdominal y pasos para respirar bien. […]
Me gustaMe gusta
2/05/15 at 11:20
[…] Aprendiendo a respirar: La respiración abdominal (parte 1) […]
Me gustaMe gusta
2/05/15 at 11:20
[…] Aprendiendo a respirar: La respiración abdominal (parte 1) […]
Me gustaMe gusta