¿Tú primera entrevista de trabajo? ¿La última de una larga lista? Los nervios los de siempre, los que te vuelven loco los días de antes, el previo a la entrevista, durante la entrevista y después…¿me llamaran?.
Todo es normal, también depende de la situación personal de cada persona, del tipo de entrevista, tipo de trabajo, experiencia previa en entrevistas laborales, etc. Y es que cada entrevista es un mundo. Aunque todas siguen unos patrones la mayoría tienden a diferenciarse en cuanto: al puesto al que se aplica, condiciones generales del puesto, tipo de empresa, sector de la empresa, país, idioma, cultura empresarial, cultura del país y/o lugar de la empresa, etc.
Lo importante es sea cual sea la entrevista tratar ir vestido de forma adecuada. Cada aspirante debe valorar bien qué tipo de entrevista es, la empresa, tipo de trabajo y todo lo anterior mencionado. Incluso aunque nos haga la entrevista un primo nuestro y a no ser que el trabajo así lo requiera lo mejor es no ir en ropa deportiva. Da mala imagen y aumentarán nuestros nervios. Una vestimenta adecuada nos va a dar la suficiente estabilidad en ese momento y seguridad para afrontar mejor la entrevista. La formalidad en la vestimenta dependerá también del trabajo al que se vaya a optar pero se puede optar por algo standard formal si no se sabe bien.
Sí se trata de una entrevista muy importante (en realidad todas lo son), conocer un poco más sobre la empresa (al menos el sector en el que se encuentra, temas que trabaja, etc), ayudará a que el aspirante se sienta más cómodo y con menos nervios. También se debe sumar conocer la propia experiencia y estudios, lo mejor es no mentir, o no mentir muy descaradamente ya que pueden llegar a encontrar la mentira en la entrevista lo que hará que se sientan más nervios.
Practicar con amigos, familiares u otras personas una entrevista puede ayudar a perder los nervios ante la entrevista real. La práctica suele ayudar en situaciones en las que se deben estar en comunicación interpersonal con una u otras personas. Con esto se podrá sentir el aspirante más seguro de sí mismo. Esta técnica se suele utilizar especialmente en personas que tienen que hacer por ejemplo exposiciones en una clase y tienen miedo de hablar en público. La práctica siempre ayuda, porque mejoras, porque aprendes de errores y porque te sientes más seguro.
Conoce bien qué dominas y qué no. Es decir puntos fuertes y débiles. En la entrevista tú eres el producto, te vendes, pero si te vendes mal no te van a querer y si te vendes de más tampoco. Cuidado con eso. Encuentra el punto medio. Sí te pasas o no llegas los nervios se apoderaran del aspirante, especialmente en las entrevistas más duras y largas.
Cuando los nervios superan al aspirante antes de la entrevista incluso también se pueden poner en práctica técnicas de relajación como: mindfullness, relajación progresiva de Jacobson, respiración abdominal, meditación, etc. Controlando también los pensamientos intrusivos sin llegar a la rumiación. para no llegar en casos extremos al ataque de pánico. Generar pensamientos positivos y actitud positiva con el fin de afrontar la entrevista en el mejor estado posible.
Aún así habiendo hecho con todo esto una buena entrevista, puede…o mejor dicho es muy probable que no seas seleccionado para el puesto. Lo importante es la experiencia adquirida y a partir de ahí esperar la siguiente entrevista para hacerlo mucho mejor.
Qué los nervios no te traicionen. Mucha suerte aspirantes. ¡A por ese trabajo y sin nervios!
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