Las conductas de los niños (y a veces no tan niños) suelen traer de cabeza a algunos padres, profesores, tutores, y demás personas que tienen trato con menores. Trabajar y/o tratar con menores no siempre es tarea fácil. En muchos momentos además de traer de cabeza su comportamiento dista mucho del comportamiento ideal que se quiere conseguir: bien hacen cosas mal, bien no las hacen o no hacen lo que queremos los adultos. Entonces surgen distintas técnicas que pueden ayudar y servir en estos momentos. Es ese el momento de aplicar las denominadas técnicas de modificación de conducta en los menores aunque también se aplican en adultos. Una de ellas es la economía de fichas (token economy) que tiene un uso extendido especialmente en las aulas con niños pequeños aunque también en otros lugares y contextos.
La economía de fichas parece por su nombre que se trata de un juego de apuesta en el que se va a apostar alguna cosa con el riesgo de perder. Y en realidad, aunque no es eso, es algo similar. Sirviendo esto de metáfora de lo que es realmente la economía de fichas. Veamos que es.

¿Qué es la economía de fichas?
Es una técnica de modificación de conducta. Cómo su nombre indica sirve para modificar la conducta o adaptarla a unos patrones adecuados al contexto y situación en la que se encuentre la persona a la que se va a realizar la economía de fichas.
Es un método sencillo que se complica hasta dónde la persona que va a hacer la economía de fichas quiera y/o sepa. Se definen una serie de conductas que quieren mejorarse, suprimirse, o añadir otras nuevas que no se han adquirido previamente. Se debe tener cuidado con como se formulen, se tienden a formular las conductas en tono negativo: no hacer esto, no hacer esto otro. Es mejor en tono positivo, con propuestas alternativas o de mejora de la conducta.
Para llegar hasta eso se establecen una serie de premios y de castigos por la consecución o no de esas conductas (a extinguir, instaurar o mejorar). De acuerdo siempre al criterio de la persona que hace la economía de fichas pero en acuerdo con la persona que va a ser el objeto de la economía en sí. Es decir, se llega a un acuerdo. No vas a poner un premio de jugar a la videoconsola si al niño (o al adulto) al que aplicas la economía de fichas no le gusta. Es decir los premios se valorarán con el niño como por ejemplo: ver su película favorita, o ir al parque. Y los castigos también (aunque sea complicado llegar a un acuerdo) como por ejemplo: quedarse sin el ordenador, sin ver la televisión o sin ir al parque. Se puede especificar tanto en castigos como en premios la duración de los mismos siendo coherentes y equilibrados en los mismos. Esto es importante, cosas que se pueden conseguir y/o hacer tanto en premios como en castigos. Es decir que se cumpla todo: premios y castigos.
Los premios y los castigos se consiguen a través de las fichas (de ahí su nombre) que suelen ser pegatinas en los niños, aunque pueden ser otras cosas también. Se acuerda el número de fichas que se necesitan para llegar a ambas cosas en las distintas conductas que se quieren realizar.
¿Cuándo se realiza?
Los niños hay muchas ocasiones en las que no se portan bien, a veces queriendo, a veces sin querer, pero normalmente es porque necesitan normas que modulen su conducta. Muchos padres, y muchos adultos en general creen que las normas constituyen familias rígidas o persons rígidas. Las normas hacen que los niños (y los adultos) consigan estar dentro del grupo en el que se encuentren de manera apropiada (una clase, el colegio, la clase de natación, en casa, en el trabajo, etc). La economía al premiar (y castigar) sus conductas va a mostrarle lo que está bien y lo que está mal.
Cuando haya conductas disruptivas que rompan la dinámica normal de la clase, de la familia, del grupo en el que esté el niño, etc. Por ejemplo: molestar en clase, no hacer los deberes a tiempo, no irse a dormir a la hora que toca, no comer bien, no lavarse los dientes, no recoger los juguetes, pegar, insultar, etc. Pueden ser muchas las opciones y todo esto es las conductas a modificar. Es importante que sean en positivo la redacción de las conductas. Este apartado es algo complicado para principiantes por lo que se tratará más adelante.

¿Dónde se realiza?
En los colegios y escuelas infantiles es habitual encontrarse con diferentes economías de fichas para lograr una correcta atención de los niños. Sino pensad, ¿por qué se les da tantas pegatinas a los niños? (a veces buenas y a veces malas). También se puede realizar en terapias psicológicas con menores para solucionar distintas conductas con la colaboración siempre de los padres. Los propios padres pueden aprender a realizar esta técnica previo entrenamiento (sí es posible). Y otros muchos lugares.
¿Quién puede poner la economía de fichas en marcha?
Suelen ser psicólogos, pedagogos, orientadores, profesores, tutores y padres, previa formación mínima en la economía de fichas.
¿A quién se le puede hacer una economía de fichas?
Normalmente se hace a niños, de forma individual o en grupo (es lo más común), aunque también se puede a hacer a adultos. Según el contexto en el que se realice y el grupo al que vaya destinado será de una u otra forma.
¿Qué son las fichas?
Las fichas suelen ser pegatinas que van a hacer llegar a los premios y a las conductas. Prácticamente al principio de este blog ya hubo una entrada sobre las fichas y pegatinas que se utilizaban en la economía de fichas. El post era este: La pegatina de Spiderman. Pincha encima si quieres refrescarlo o verlo por primera vez.
Espero que este resumen y presentación breve de la economía de fichas ayude a todos. Y recordad que sólo son niños.

https://moonlightpsychology.com

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